Para muchas personas, sacarse el carnet de conducir es un suplicio. Un suspenso en el examen provoca alargar el proceso más meses, y algunos están dispuestos a lo que sea por aprobar. Es el caso de Emma French, una británica de 20 años a la que no le importó estar de parto con tal de examinarse.

Y es que la casualidad quiso que Emma rompiese aguas, a las 4 y media de la mañana, justo unas horas antes de examinarse del carnet de conducir. Era la segunda vez, ya que había suspendido antes en Marzo. Emma sabía que si no se presentaba, con un bebé, no tendría oportunidad de presentarse en bastante tiempo, perdiendo toda la práctica.

Así que no hizo caso de los consejos de su madre, su hermano ni su novio, y se presentó al examen. No dijo nada al examinador, para que no cancelase la prueba, y entre contracciones realizó sus indicaciones, hasta obtener el aprobado. Entonces, estrenó su carnet conduciendo hasta el hospital.

Seis horas después nació Eva. Su madre dice que se muere de ganas de que la pequeña sea lo suficientemente mayor como para poder contarle esta increíble anécdota. Al final, en el hospital la felicitaban tanto por el carnet como por el bebé. Un final feliz.