En lo que se refiere a sistemas de ayuda al aparcamiento la tecnología se ha desarrollado hasta el punto de ofrecernos automatismos que hacen que el propio coche aparque solo. Aun así lo más habitual es que nuestros coches equipen sensores de aparcamiento (ahora ya casi rodeando todo el coche) o cámaras que permiten tener una visión real de las distancias.

Sin duda cuanta más visibilidad tengamos de la parte trasera de nuestro coche mejor realizaremos nuestro estacionamiento y, lo que es casi más importante, sin rozar nuestro vehículo ni el de los demás. El extremo de este objetivo podemos encontrarlo en el proyecto de unos investigadores de la Universidad de Keio, Japón, que han conseguido que el asiento trasero “se vuelva transparente� cuando damos marcha atrás.

No os asustéis, vuestro coche no se volverá invisible ni se os podrá ver desde fuera, es algo más sencillo gracias a una tecnología denominada “Proyección Retro-Reflectante� que también se utiliza en el campo del camuflaje óptico. Su funcionamiento se realiza con unas cámaras situadas en la parte trasera del coche, las cuales proyectan su imagen al asiento trasero (da igual que haya alguien sentado), este último fabricado con miles de “glóbulos� retro-reflectores que absorben la imagen de la cámara y causan una sensación de transparencia.

Con esto nos ahorramos una pantalla en el salpicadero de las actuales cámaras y, lo que es más importante, se consigue un campo de visión mucho más grande que incluso las actuales y grandes pantallas que incorporan los vehículos. Sin duda se trata de un proyecto muy interesante, pero por contra los responsables del proyecto todavía no se comprometen a decir una fecha en la que esta tecnología dejaría de ser prototipo para pasar a los coches de todo el mundo.